El corte New York es de los cortes que más llaman la atención como una carne fina y de calidad.

El corte New York se origina en la parte media del lomo, al remover el hueso y dejar una capa de grasa para cubrir un costado de la pieza. Esta pieza es famosa por su suavidad y su contenido de grasa. No cuenta con una enorme cantidad de grasa, pero la cobertura entre sus fibras musculares le da un sabor suculento y especial, haciéndolo un favorito de amantes de la parrilla. Las vetas de grasa enseñan un gran marmoleo en el corte, con gran suavidad y sin perder su firmeza.

Igual de común, el New York Steak se puede cocinar con o sin hueso, y se suele hacer en un sartén para controlar lo más posible la cocción, algo que quieres para una pieza con tanto potencial. Famosamente, el New York se cocina en un sartén de hierro fundido caliente, con un poco de aceite, y un adorno de mantequilla, ajo y romero para sellar el sabor ya al final de la cocción. Se deja descansar unos minutos para que se asienten los jugos, y así es como se prepara típicamente uno de los cortes más exquisitos del novillo.